Descripción
En los siguientes intentos de palabras vas a conocer a Nara.
Todavía no hay un objetivo o sentido entre estas páginas, solo estoy compartiendo mi lado más humano. Empecé escribiendo como parte de mi proceso natural para intentar conceptualizar o etiquetar a mi corazón roto y abandonado
con tan solo 17 años.
Aquí se unen varias historias por alcohol, sexo y rimas, y algunas otras, de abandono y redención.
El tono en el que percibo los seres y energía que me rodean, me hace sentir una fusión y baile de colores ante mí. La
visión de que cada persona fluye como un universo único e irrepetible: cada cual tiene sus planetas, astros y estrellas,
su propia gravedad; por eso puedo sentir las vibraciones mezclando y uniendo lo que somos con lo que sentimos y
transmitimos.
Este proyecto que quiero compartir, nace por intentar romper los estándares y asumir la libertad como un viaje interno
y personal. Qué cómica la vida I representa mi muerte, renacimiento y nirvana; un proceso continuo de crecimiento
y autoentendimiento donde, sin haberlo querido o propuesto, empecé a hacer poesía con el tacto de mis pupilas.
Todavía no hay un objetivo o sentido entre estas páginas, solo estoy compartiendo mi lado más humano. Empecé escribiendo como parte de mi proceso natural para intentar conceptualizar o etiquetar a mi corazón roto y abandonado
con tan solo 17 años.
Aquí se unen varias historias por alcohol, sexo y rimas, y algunas otras, de abandono y redención.
El tono en el que percibo los seres y energía que me rodean, me hace sentir una fusión y baile de colores ante mí. La
visión de que cada persona fluye como un universo único e irrepetible: cada cual tiene sus planetas, astros y estrellas,
su propia gravedad; por eso puedo sentir las vibraciones mezclando y uniendo lo que somos con lo que sentimos y
transmitimos.
Este proyecto que quiero compartir, nace por intentar romper los estándares y asumir la libertad como un viaje interno
y personal. Qué cómica la vida I representa mi muerte, renacimiento y nirvana; un proceso continuo de crecimiento
y autoentendimiento donde, sin haberlo querido o propuesto, empecé a hacer poesía con el tacto de mis pupilas.
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