Desmadejando mis horas

Durante un tiempo, mi filosofía fue contraria a eso que los japoneses llaman Ikigai.
Al arte o a las ganas de vivir.
Se me juntaron tantas cosas y experiencias que no conseguía ver la luz.
No sé si aún hoy la veo.

Es por eso que nace “Desmadejando mis horas”.
Esta historia es un trabajo de amor propio. De recordar a la niña que fui.
Su inocencia, que no creo haber dado del todo por perdida.
El cariño y el amor que, casi siempre, he recibido de los míos y de personas que han decidido quedarse cuando las cosas se ponían feas.

Pero, sobre todas las cosas, es un trabajo de introspección. De autoconocimiento y de reconocimiento.
De pensar en mí, de volver a quererme. De aprender de la persona que he sido durante todos estos años.
Desmadejando mis horas es un proceso por el que debo pasar para re-a(r)mar(me).