Descripción
Caída, noche y luz, ahora son recuerdo de aquellos días en los que me hablabas sobre el mañana mientras yo, con la certeza de quien ha sido fugitivo, sabía que te irías. Por eso ahora, para recordarte o quizá para olvidarte, escribo estos versos desde el corazón que no requiero.
Una alarma que recuerde
lo finito de aquello que rehuimos,
la despedida a flor de piel
cuando tratamos de aferrarnos al instante.
lo finito de aquello que rehuimos,
la despedida a flor de piel
cuando tratamos de aferrarnos al instante.
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